Consigue ahora todos los libros de César Vidal en Amazon, pulsa aquí para comprar.
Miércoles, 25 de Diciembre de 2024

Lope de Vega, el Fénix de los ingenios

Jueves, 19 de Febrero de 2015

Si Cervantes fue la plenitud humana del Siglo de Oro, no cabe la menor duda de que en su cima artística se encuentra Lope de Vega. Nacido y muerto en Madrid, Félix Lope de Vega y Carpio fue denominado verdadero monstruo de la naturaleza y, en verdad, que lo fue.

Sus obras de teatro pudieron acercarse al millar y no fueron pocas las que, “en horas veinticuatro, pasaron de las musas al teatro”; sus poesías son incontables e incluso sus incursiones en la prosa han soportado por su belleza el paso del tiempo. Pero además de ser con seguridad el más prolífico de los autores españoles, Lope fue soldado sin fortuna, mujeriego empedernido – con verdadera profusión y sólo contado aquellas féminas con las que mantuvo una relación estable y tuvo hijos – y cortesano asendereado. Se le ha acusado ocasionalmente de hipocresía porque lo mismo escribía un soneto a lo divino – algunos de los más hermosos de la literatura universal – y se ordenaba sacerdote que mantenía a esposa y querida en calles cercanas para no tener que andar mucho para caer de lecho en lecho. No lo era. Simplemente, vivía el desgarro de que la muerte de seres queridos – una mujer, un hijo… - le mostraran lo efímero de la existencia empujándolo a la religión y, a la vez, el aroma de las naranjas de su huerto o la hermosura de unos ojos femeninos le recordaran que hay no poca belleza en este mundo que algunos se empeñan en llamar valle de lágrimas. Revolucionó el teatro con su arte nuevo de hacer comedias de tal manera que hubo prácticamente que esperar a su muerte para que otros pudieran recoger laureles en los escenarios. Muchas de sus obras se perdieron, pero las que nos han llegado – Fuenteovejuna, El perro del hortelano, El caballero de Olmedo, Peribañez y el comendador de Ocaña… - nos permiten acceder a los valores de un mundo pasado, pero sin el que somos muy difíciles de comprender incluso a día de hoy. Caería en el olvido a las pocas décadas de su muerte y de allí sería rescatado por los alemanes en el siglo XIX. Como con tantos otros españoles geniales, fueron extranjeros los encargados de recuperarlo para todos.

Próxima semana: Francisco de Quevedo

Suscríbete a cesarvidal.tv

Suscríbete a cesarvidal.tv

LO MÁS ESCUCHADO

Error: No hay artículos para mostrar

Ahora es tendencia

Error: No hay artículos para mostrar

Últimos Tuits