El debate de anoche fue una manifestación innegable de juego sucio por parte del presidente del gobierno. No sólo es que mintió con un descaro absoluto cuando le pareció oportuno, sino que además no tuvo ningún pudor a la hora de hacer trampas.
“Porque los montes se moverán y los collados temblarán, pero mi misericordia no se apartará de ti, ni se romperá el pacto que te otorga mi paz, dice YHVH el que tiene misericordia de ti”.
Lo anuncié hace unos días en la Linterna. Podíamos esperarnos que Rubalcaba llevara a cabo una aparatosa operación policial para que ZP pudiera esgrimirla en el segundo debate televisado.
Si Aznar – como era su deber – hubiera desclasificado los papeles del CESID relativos al GAL es más que posible que Felipe González no anduviera ahora por esos mundos de Dios insultando a todo bicho viviente y perdonando la vida a los que aman la libertad.