A finales de los años sesenta e inicios de los setenta tuvo lugar un movimiento espiritual de especial trascendencia conocido como la Jesus People o la Gente de Jesús. En España – como pasa con casi todo lo importante y más en el terreno espiritual – no se enteró casi…
Una de las grandes desgracias de la entrada masiva de paganos en el seno del cristianismo en el siglo IV fue no sólo que se produjo una paganización abrumadora en las prácticas y en las creencias sino que, por añadidura, Jesús dejó de ser el centro del cristianismo.
Para muchos durante siglos, el cristianismo ha sido una fe rezumante de tristeza. Se les ha enseñado y han creído que, por ejemplo, flagelándose o colocándose un cilicio podían agradar a Dios.
Aunque la Biblia establece claramente (I Corintios 3: 11) que nadie puede poner otro fundamento que Cristo es conocido cómo algunas confesiones religiosas, aun proclamándose cristianas, han colocado otro fundamento que no es él.
En 1876, un hombre llamado William O. Cushing pasaba por un período especialmente duro de su vida. Su esposa había fallecido poco antes a mediana edad y, por añadidura, su carrera pastoral se había visto truncada.
Charles Wesley es, sin ningún género de dudas, uno de los compositores de himnos espirituales más sensacional de todos los siglos. Con seis mil escritos – y todos los que yo conozco son extraordinarios – muy posiblemente se merece el primer lugar.
Horatio Spafford nació en 1828 cerca de Nueva York. Fue un abogado brillante, un acaudalado hombre de negocios, un fiel evangélico y un buen padre de familia. En 1871, invirtió en bienes raíces en la zona del lago Michigan.
Una de las cosas que cuesta más comprender a la gente que no conoce el Evangelio que aparece en la Biblia es la seguridad de salvación de que disfrutan aquellos que lo han abrazado.