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Miércoles, 25 de Diciembre de 2024

VI.- ¿Existió realmente Mahoma? (V): las fuentes históricas sobre Mahoma (V): las fuentes no-literarias

Viernes, 18 de Octubre de 2019

Además de las fuentes señaladas, en los últimos años se han ido acumulando una serie de fuentes no-literarias que resultan de especial interés no sólo para redactar una biografía de Mahoma sino para historiar los primeros años del Islam.  Las obras publicadas sobre el trabajo arqueológico en el limes arabicus [4] dejan de manifiesto que Bizancio abandonó sus fortificaciones de frontera durante los siglos V y VI dejando la defensa en manos de filarcas árabes.  De hecho, a finales del reinado de Justiniano, Bizancio se había retirado ya de la frontera árabe.  En la Siria del s. VI ya no existía resto alguno de presencia imperial[5]. En otras palabras, los bizantinos se habían retirado de al-Sham un siglo antes de que los persas sasánidas comenzaran sus avances en 604 d. de C..  Los persas aprovecharon esta circunstancia para deportar a los cristianos melkitas, pero ni siquiera después de que el emperador bizantino Heraclio los derrotara la zona volvió a ser ocupada por Bizancio.

Aún más revelador – y sorprendente – es que las excavaciones llevadas a cabo en la zona del Hijaz en Arabia no hayan encontrado restos paganos para los siglos VI o VII ni tampoco santuarios paganos como los descritos en las fuentes islámicas.  De manera aún más reveladora, no hay huellas de presencia judía en Medina, Jaybar o Wadi al-Qurra. Todo esto contrasta con la abundancia de restos paganos, por ejemplo, en el Néguev central.   En otras palabras, no tenemos prueba arqueológica de lo que lo relatado por las fuentes islámicas sea cierto y sí, por ejemplo, existen indicios considerables de lo contrario.

Aún más llamativo es el hecho de que las primeras monedas árabes no contengan hasta, por lo menos, el año septuagésimo de la Héjira, ninguna referencia a Mahoma ni tampoco fraseología propiamente islámica.  De hecho, términos como bism Allah, bism Allah rabbi/al Malik; rabbi Allah son todos de naturaleza monoteísta y compartidos por gentes de diversas religiones.

Por lo que se refiere a la epigrafía, resulta especialmente revelador que no exista una sola inscripción hallada en el Hijaz y escrita en árabe clásico antes del reinado del califa Muawiya.  La fecha más antigua al respecto gira en torno al año 660 d. de C. y procede del área de Taif.  Por añadidura, las inscripciones árabes del Hijaz se valieron no del alfabeto árabe sino de uno siríaco.

En su conjunto, pues, todas estas fuentes no sólo no nos ayudan a reconstruir la vida de Mahoma sino que incluso obligan a poner en tela de juicio buena parte de la reconstrucción de la Historia de los inicios del Islam que hemos aceptado durante siglos.

CONTINUARÁ

[4]  Véase Ibn Warraq, The Quest…, pp.  433 ss.

[5]  J. Koren y Y. D. Nevo, “Methodological Approaches to Islamic Studies” en Der Islam 68, 1991, pp. 87-107.

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