Consigue ahora todos los libros de César Vidal en Amazon, pulsa aquí para comprar.
Miércoles, 25 de Diciembre de 2024

Lucas, un evangelio universal (LXI): la última Pascua (VI): ante el Snhedrín (22: 63-71)

Domingo, 6 de Marzo de 2022

Durante las últimas décadas ha existido un impulso muy extendido encaminado a eximir a las autoridades judías de toda responsabilidad en la muerte de Jesús.  Si la única fuente sobre el proceso de Jesús fueran los Evangelios, semejante afirmación podría parecer verosímil, pero lo cierto es que es la literatura rabínica la que se jacta de haber sido las autoridades judías los que causaron la muerte de Jesús.  En el Talmud, se afirma taxativamente que dieron muerte a Jesús porque extraviaba al pueblo y, de manera bien significativa, ni mencionan siquiera al poder romano.  A fin de cuentas, resultaba obvio quién había puesto a rodar la bola que acabó con Jesús en la cruz.  No contentos con la afirmación, en el Talmud Jesús aparece sufriendo en el infierno en medio de excrementos en humillación.

    Lucas es muy breve en la descripción de la comparecencia de Jesús ante el sanhedrín, pero, a la vea, muy concreto.  La cuestión es si era o no el mesías.  La respuesta de Jesús resulta bien reveladora. Aquella encuesta – ni de lejos – buscaba establecer la verdad o determinar quién realmente era Jesús.  Como dijo Jesús, el problema es que dijera lo que dijera, su muerte había sido decidida (22: 68-9). Si respondía afirmativamente no iban a creerlo y si los interpelaba, por supuesto, ni razonarían con él ni lo dejarían en libertad.  Sin embargo, Jesús no estaba eludiendo la respuesta.  Por el contrario, les anunció que verían al Hijo del hombre sentado a la diestra de Dios (22: 69).  La afirmación de Jesús tenía una enorme relevancia porque se identificaba con un personaje, que aparecía en Daniel 7, que era divino aunque con aspecto humano: el Hijo del hombre.  Identificarse con el Hijo del hombre implicaba presentarse como alguien con divinidad.  ¿Acaso pretendía ser el Hijo de Dios? (22: 70. La respuesta de Jesús fue lapidaria: hasta ellos mismos se daban cuenta y lo decían…  Pero el sanhedrín no pretendía ser ni justo ni lógico.  Lo único que pretendía era encontrar una causa para llevar a Jesús a la muerte y, retorciendo la justicia, lo habían conseguido.

CONTINUARÁ

Suscríbete a cesarvidal.tv

Suscríbete a cesarvidal.tv

LO MÁS ESCUCHADO

Error: No hay artículos para mostrar

Ahora es tendencia

Error: No hay artículos para mostrar

Últimos Tuits