Consigue ahora todos los libros de César Vidal en Amazon, pulsa aquí para comprar.
Jueves, 26 de Diciembre de 2024

Primer editorial

Viernes, 14 de Febrero de 2014

Gracias al esfuerzo conjunto de Miquel Rosselló e Isaac Jiménez, de Isaac Jiménez y Miquel Rosselló, hoy a las cero horas comenzó a funcionar la nueva página web y colgamos el primer podcast. El éxito ha sido extraordinario superando decenas de miles de visitas y nuestras expectativas. Muchos me han pedido el texto del editorial de manera que aquí lo incluyo. Queridas amigas, queridos amigos, una vez más: miles y miles de gracias. God bless ya!!! ¡¡¡Que Dios los bendiga!!!

Muy buenos días, muy buenas tardes, muy buenas noches y muy bienvenidos a esta primera singladura de Quédate conmigo. Soy César Vidal, hoy es 14 de febrero de 2014, y les hablo desde el exilio.

Y cuenta la historia que un hombre de carácter intachable se vio sometido a una sucesión de terribles desgracias. Sus ganancias de años desaparecieron como el humo, sus hijos murieron, él mismo enfermó de una dolencia repugnante y su esposa optó por abandonarlo en medio de su inmensa tragedia. Se preguntaba el hombre qué era lo que había sucedido para que cambiara así su vida cuando percibió una voz que le decía:

וּֽ֭בָטַחְתָּ כִּי־יֵ֣שׁ תִּקְוָ֑ה וְ֝חָפַרְתָּ֗ לָבֶ֥טַח תִּשְׁכָּֽב׃

lo que podría traducirse como “Tendrás confianza porque hay esperanza y mirarás alrededor de ti y dormirás con seguridad”. Aquellas palabras sonaron totalmente inapropiadas si se comparaban con la situación en la que se hallaba sumido, pero ponían de manifiesto que, efectivamente, incluso atravesando las situaciones más horribles existe razón para la esperanza. Él mismo lo comprobaría no mucho después. Por cierto, el personaje en cuestión era un africano llamado Job.

La realidad que vivimos actualmente es una clara demostración de que, más allá de proclamas y demagogia, la vida es dura.

No pocos de los que ahora me escuchan padecen enfermedades, o han perdido el trabajo, o se encuentran en una precaria situación económica, o sufren por la situación de sus hijos, o han experimentado el fracaso en sus relaciones sentimentales, o, simplemente, contemplan el panorama que se despliega a su alrededor y sienten una ansiedad que, difícilmente, logran controlar.

Para enfrentarse con esas realidades inexorables, no se puede cometer el error de poner la confianza:

- en los estamentos privilegiados que se aprovechan de ese estado de cosas

- ni tampoco en los políticos responsables de buena parte de estos males

- ni tampoco en los sindicalistas cuyo gran negocio es que haya millones de desempleados

- ni tampoco en los que anuncian el paraíso tras la creación de naciones artificiales y sólo son corruptos oligarcas

- ni tampoco en instituciones que hablan de compartir con los pobres pero cuyo jefe máximo vive en un palacio dotado de centenares de dependencias

- ni tampoco en entidades económicas cuyos agujeros pagan todos los ciudadanos y nos lo que los ocasionaron

- ni tampoco en gente que se autoerige en juez moral condenando todo y a todos y repite en su vida privada y en su trabajo los mismos patrones de conducta inmoral que tanto se complace en atacar

Ni una sola de esas instancias, a pesar de sus proclamas y de su capacidad propagandística, posee la menor autoridad moral para enfrentarse con la crisis en que vivimos. Todas ellas, en mayor o menor medida, han contribuido a la crisis y todas ellas se han beneficiado de la misma. Los que depositen en ellas su confianza, serán solo ciegos guiados por guías ciegos, pero guías ciegos que son además codiciosos y que carecen de escrúpulos.

Sin embargo, ustedes no se dejen desmoralizar.

No se dejen hundir,

No se dejen amilanar.

Por el contrario, esperen un futuro mejor, prepárense para una tarea difícil y muy prolongada cuyos frutos podrán recoger sus hijos, crean de corazón que hay esperanza y que esa esperanza les permitirá tener confianza y descansar al final del día en calma y seguridad.

Se trata de la tarea de la libertad

Se trata de la tarea de la esperanza y

Se trata de la tarea de la justicia

A esa tarea, costosa y dilatada en el tiempo, estarán dedicados los próximos mensajes sonoros, mensajes que aparecerán, Dios mediante, una vez a la semana y que se irán ampliando, paulatinamente.

Aquí se prestará voz:

- A las víctimas de las castas privilegiadas

- A las víctimas de un terrorismo protegido desde el poder y desde ámbitos eclesiales

- A las víctimas de un sistema económico que está asentado sobre la corrupción y que dista mucho de ser de libre mercado

 

- A las víctimas de un estado depredador que se lleva casi el cincuenta por ciento de lo que produce cada ciudadano y en el caso de muchos ciudadanos incluso más

- A las víctimas de unas oligarquías nacionalistas que han arruinado a la sociedad a la vez que la fracturaban y que cultivaban la planta del odio

- A las víctimas de una justicia carente de independencia

- A las víctimas, en fin, de todos aquellos que sólo piensan en vivir a costa de los que trabajan, de los que se esfuerzan, de los que crean

Nada se pide a los que escuchen este podcast o los que vengan en el futuro. A ninguna instancia humana – política, religiosa, sindical o económica - tampoco se someten estas palabras ni el que las pronuncia. Pero

Si desean saber la verdad,

Si desean unirse a la lucha por la libertad,

Si desean sumarse a la construcción de un futuro mejor,

Si desean ver la luz al final del lóbrego túnel,

Si desean tener confianza porque habrá esperanza

Quédense conmigo en las próximas semanas. Muchas gracias y que Dios los bendiga.

Suscríbete a cesarvidal.tv

Suscríbete a cesarvidal.tv

LO MÁS ESCUCHADO

Error: No hay artículos para mostrar

Ahora es tendencia

Error: No hay artículos para mostrar

Últimos Tuits